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Por: Super Admin | 26/04/2022
Sabemos que las condiciones de salud por las que atraviesa el mundo no nos permiten salir en la bici con la misma frecuencia, sin embargo, como ciclistas responsables, podemos aprovechar estos días para realizar aquel mantenimiento que se había postergado. Lo más probable es que los talleres estén cerrados y que desplazarse hasta ellos o conseguir un mecánico a domicilio sea un tanto difícil, por ello, ¡qué mejor momento que el distanciamiento social para aprender por sí mismos un poco más sobre nuestra compañera de rodadas y todo lo relacionado a su mantenimiento!
Aunque los días de cuarentena nos han permitido ejercitarnos de otra manera desde casa, quizá realizando sesiones de rodillo o en bicicleta estática, la limpieza de la bicicleta es una actividad en la que puedes conocer a profundidad su funcionamiento y cómo se encuentra la vida útil de cada pieza de la bici. Si eres un poco más arriesgado y te animas a reparar o reemplazar algún componente, ten cuidado durante el proceso de aprendizaje ya que será un tanto difícil conseguir talleres por estos días.
Sin importar si tienes patio o un balcón, lo que necesitas es básico y fácil de utilizar aún en un espacio más reducido:
Una de las cosas que debes acostumbrarte a hacer en cuarentena, es limpiarla en seco, es decir, quitar cualquier polvo o suciedad impregnada debido a las últimas salidas. Puedes usar toallitas húmedas de bebé, que son suaves y delicadas para darle una primera limpieza a la bici; otra opción, es usar productos en spray que se encuentran en el mercado y que sirven precisamente para hacer limpieza en seco. Es importante que cada cierto tiempo le hagas la limpieza a presión y no te quedes solo con la limpieza en seco.
La lubricación del sistema permite que la fricción entre sus partes se reduzca y su vida útil se alargue. Por ello, cuando la bici esté libre de polvo, tierra, aceite o cualquier otra mugre, lo primero que harás es engrasar la cadena, los platos y los piñones. Ellos son la base del funcionamiento de la bici y suelen desgastarse. Si se comienza a engrasar sin tener en cuenta una limpieza previa de mugre, estos restos se irán acumulando con el tiempo, causando un mal funcionamiento de piñones y de la cadena.
El control de la presión de las ruedas se debe realizar como mínimo, antes de salir a rodar o incluso hoy, que no estás usando la bicicleta con frecuencia. Cuando nos descuidamos en este aspecto y permitimos que las ruedas prácticamente se desinflen, la cubierta comenzará a aplanarse y dejará unas leves marcas o deformidades debido al peso de la bicicleta. Al costado de la cubierta están los valores adecuados de presión que pueden orientarnos sobre cuál es el que deben tener. Puedes usar un inflador de piso o un manómetro para saber cuánta presión le pones.
Luego de quitar la grasa con cuidado, limpia con agua y jabón la bicicleta, pasando con cuidado por cada parte, o usa una manguera a presión.
El secado es uno de los pasos que toma más tiempo pues es importante que toda la bicicleta quede seca y que no cometas el error de dejarla secarse por sí sola. Cuando se cae en esto, la cadena o los piñones pueden sufrir debido a la humedad.
Durante estos días has entrenando con rodillo, le has dado movimiento a los pedales, aún así, durante la limpieza muévelos y haz que la cadena pase por los diferentes piñones y platos.
Estos 5 pasos permitirán no solo mantener la bicicleta en óptimas condiciones, sino que podemos conocer más sobre sus cuidados y el estado de sus partes. Aunque aún no se establece la normalidad en el mundo, usa la bici el día en que tienes permitido salir o entrena desde casa usando rodillos. Lo importante es no perder el espíritu ciclista que llevamos dentro.
